Quizás nuestro cantar suene triste, pero es todo lo contrario, sentimos la presencia de nuestra madre en el quehacer de cada día, si está viva nos apoya en todo, aun cuando estemos en otro lugar, si está fallecida no olvidamos su enseñanza y, caminamos con ella en todos los lugares.
Hoy quisimos hacer un homenaje a la madre, no puede ser fuera de una casa, pues ahí nos enseñó todo lo que sabía, nada nos ocultó desde el primer día, por ello estamos felices de tenerlas con nosotros y, estos versos, demuestran el cariño, aunque muchas veces las flores se marchitan, la madre está radiante.
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