Hoy estamos en la Capilla de Tantehue con nuestra oración de alabanza o Canto a lo Divino, para hablar de la quinta décima de un verso, la cual conocemos como “Despedida”. Está destinada esencialmente para que el cantor se despida del Santo, dueños de casa, rogar las bendiciones del amado Jesucristo u otro fin religioso, utilizando para ello las primeras seis líneas, inmediatamente se termina la décima con la cuarteta del verso que se cantará.
En consecuencia quien lleva el fundado en una “rueda de cantores”, deberá considerar en la despedida la Cuarteta del verso que cantará a continuación, lo cual permite a los demás cantores conocer el fundamento del siguiente verso e inclusive sería perfecto que todos pudiesen encuartetar en forma similar.
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