Verso: Canto a Mi Madre

Quizás nuestro cantar suene triste, pero es todo lo contrario, sentimos la presencia de nuestra madre en el quehacer de cada día, si está viva nos apoya en todo, aun cuando estemos en otro lugar, si está fallecida no olvidamos su enseñanza y, caminamos con ella en todos los lugares.
Hoy quisimos hacer un homenaje a la madre, no puede ser fuera de una casa, pues ahí nos enseñó todo lo que sabía, nada nos ocultó desde el primer día, por ello estamos felices de tenerlas con nosotros y, estos versos, demuestran el cariño, aunque muchas veces las flores se marchitan, la madre está radiante.

A quien no olvidaré mientras viva, aunque yace su cuerpo en el frío cementerio, me acompaña en todo lo que hago e incluso cuando pienso. Como lo hace Dios Padre, Jesús y el Espíritu Santo.

            Cuarteta

 

 

Entre madres la primera

vive la estrella que guía

de su vientre soy la cría

madre abrazarte quisiera.

 

                        III

Las flores del camposanto

ya no están se marchitaron,

no culpo si las dejaron

junto al Espíritu Santo.

Señor calme mi quebranto

devuélvame la alegría,

la que entregaba María

mi madre tan bondadosa,

para mi la más hermosa

de su vientre soy la cría.

                        I

Nunca te vi con desgano

ni menos gritarme en mala,

muchas veces con la pala

ganaste tu primo hermano.

No trabajastes en vano

superastes mil barreras,

fuiste madre quinceañera

en esos campos floridos,

bella mujer que no olvido

entre madres la primera.

                        IV

Todo lo que soy ahora

viene de tu enseñanza,

y traspaso a mi crianza

tus principios sin demora.

Fuiste luz conciliadora

entre cenas placenteras,

soy tu hijo que te espera

menor de tus nueve niños,

el que ruega con cariño

madre abrazarte quisiera.

                        II

Hay comida y pan batido

el banquete es para todos,

busquen luego el acomodo

en la mesa esta servido.

Soy tu hijo arrepentido

por darte rabia ese día,

sufro por mi cobardía

no haberte dicho te quiero,

con Jesús el verdadero

vive la estrella que guía.

            Despedida

Digo en la despedida

madre no tengo tristeza,

me quedé con tu grandeza

te amaré toda la vida.

Madrecita enternecida

te encuentro al amanecer,

en los campos al florecer

tu jardín se va regando,

mientras las aves trinando

te saludan bella mujer.