El Hijo pródigo

 HIJO PRODIGO

Ramón Cornejo - Cantor a lo Divino

Ramón Cornejo – Cantor a lo Divino

Yo soy el pródigo hambriento

me vuelve desengañado

buscando necesitado

en nuestra mesa el sustento

    I

Era un padre que tenía

dos hijos, dijo el Señor,

y a temprana edad, el menor

usar sus bienes quería.

Sin pensar que sufriría

los más amargos tormentos,

y aquel mal comportamiento

día a día lo angustiaba,

decía y se lamentaba:

“Yo soy el pródigo hambriento”.

        II

Su propia ambición lo tuvo

viviendo en la mezquindad,

y pidiendo caridad

por el sendero que anduvo.

A meditar lo detuvo

al verse tan fatigado,

andrajoso y humillado

decía el pobre infeliz:

“al hogar donde salí

me vuelvo desengañado”.

        III

En el país que él estaba

hubo una extrema pobreza,

y al joven de su riqueza

nada, nada le quedaba.

Y arrepentido lloraba

por haberse propasado,

“volver está bien pensado”;

decía el desobediente,

más pobre que un indigente

buscando necesitado.

        IV

Cuando a la mansión volvió

humillado el vanidoso,

lleno de amor y de gozo

el padre lo recibió.

Su hermano cuando lo vio

ocupando aquel asiento,

en aquel mismo momento

al padre dijo ofendido:

“él no tiene merecido

en nuestra mesa el sustento”.

       Despedida

Al fin el verso cantado

es del pródigo la historia,

el que vivió vanas glorias

en aquel tiempo pasado.

Por vivir en el pecado

fue tan grande su aflicción,

que al verse en la humillación,

regresaba con urgencia,

pidiéndole a Dios clemencia

y a su buen padre el perdón.